
Durante la medición los conductores activos pueden estar conectados eléctricamente entre ellos. La resistencia de aislamiento debe estar entre los 0,5 a los 1 mA. La tensión continúa debe estar entre los 250 a 1000 V. En la medición de la resistencia de aislamiento debe comprobarse que todos los interruptores que se encuentran en el circuito de corriente se encuentran cerrados. Si esto no es posible los circuitos con corriente deben medirse por separado. Deben estar abiertas las conexiones entre N y PE.
Dependiendo del equipo a ser verificado la tensión de medida cambia y se deben aplicar las normas de ensayos técnicos de seguridad. Para sistemas de 230 a 400 V el valor es: 500 V DC. Es importante que la corriente de medida debe estar por los 1 mA o el valor de cresta no debe superar los 15 mA. La tensión de medida permite comprobar una cierta resistencia a “cargas disruptivas”. Los equipos conectados deben soportar la tensión de medida por lo menos durante un minuto. En el proceso de la medida de aislamiento no se deben tocar las piezas conductoras para no sufrir una descarga eléctrica.
Para medir la resistencia del aislamiento durante el funcionamiento el vigilante de aislamiento asume la tarea de medida. Esto es una ventaja en instalaciones donde eléctricas que no pueden ser desconectadas por motivos de funcionamiento. Si la medida del vigilante de aislamiento se encuentra por debajo de los 50 VCA(120 VDC no hay ningún peligro.