
Para poder comprender el proceso es necesario puntualizar que la red de distribución en baja tensión (la que entra en nuestros domicilios, oficinas, locales comerciales, etc.) es trifásica y el neutro está conectado a tierra.
Si una persona entra en contacto con una de las fases L1, L2, L3 y tiene los pies apoyados en el suelo (o toca alguna masa metálica, tubería, etc. que haga buen contacto con tierra) se cerrará el circuito estableciéndose una corriente que atravesará su cuerpo, produciéndole el choque. Lo mismo ocurrirá si toca la carcasa metálica de algún aparato que presente defectos de aislamiento.
Por esta razón en los hospitales y clínicas, de acuerdo a la normativa vigente RETIE y NTC2050, las áreas críticas en las que los pacientes se encuentran conectados a equipos biomédicos de soporte vital, se debe contar con equipos no aterrizados a tierra, o sistemas IT.
Estos sistemas son considerados fiables en dichos recintos médicos ya que no existe una conexión conductiva entre los conductores activos y el conductor a tierra de protección.
Además se garantizan los siguientes requisitos necesarios para preservar la vida del paciente a partir de la seguridad eléctrica:
- Cuando ocurre un primer fallo de aislamiento, el suministro de corriente no se interrumpe por la actuación de protección.
- El equipo biomédico sigue funcionando.
- Las corrientes de fallos se reducen a niveles no críticos.
- No se generan situaciones de pánico en las áreas críticas porque el suministro no se interrumpe.