
Detectores de incendio- humo
- Por ionización: estos detectores de incendio son usados para identificar gases y humos de combustión que no se ven a simple vista, es decir detectan partículas que no se ven a la luz. La manera cómo se activan es por su sensibilidad a la humedad, las partículas del aire y la presión atmosférica. Se activan si hay presencia de humo.
- Ópticos o fotoeléctricos: detectan el humo por intensidad de la luz (oscurecimiento) o por dispersión del aire. Estos detectores de incendios pueden ser de dos tipos: de rayo infrarrojo que se activan cuando se oscurece el espacio ocasionado por el humo, cuentan con un dispositivo receptor y otro emisor. También existe el de tipo puntual que se activa cuando entra humo en la cámara, donde está el emisor y el receptor, haciendo que la luz se refracte en la partículas y alcance el receptor, activando la alarma.
Además de estos dos tipos, existe el de tipo láser que utiliza esta tecnología para detectar el oscurecimiento.
En estos detectores de incendios se pueden encontrar dos tipos de tecnología: analógica y digital. La diferencia es que la segunda cuenta con un software, en cambio la primera se calibra con resistencias electrónicas.
Detectores de incendio- Térmicos
En este tipo de detectores de incendio encontramos los Termostáticos y los Termovelocimétricos. Los dos activan la alarma cuando la temperatura alcanza un valor determinado.
Dónde ubicar el detector de incendios
A continuación damos algunas recomendaciones de dónde ubicar los detectores contra incendios. Aunque, la recomendación es contratar un personal idóneo para que este tipo de dispositivos se vincule a toda la red contra incendios.
- Se recomienda ubicar un detector de humo cada 60 metros cuadrados.
- El lugar para instalarlo es el centro del techo, ya que en la esquinas el aire no se mueve.
- Los detectores termovelocimétricos can ubicados en zonas donde se haya evaluado la posibilidad de elevaciones bruscas de temperatura en un incendio.